viernes, 30 de mayo de 2014

Aquí no encontraréis historias bonitas.

Tengo una entrada que lleva más de un mes en borradores, quizás más, quién sabe, he perdido la cuenta.
Me trago palabras que cada vez golpean más fuerte por dentro, y que todavía no sé de dónde han salido.
Tengo el inventario de recuerdos de la historia más bonita que en la vida viviré. Porque sé que no la viviré, esas historias solo le pasan a la gente bonita. Es lógico ¿no? Yo lo más bonito que haré en mi vida serán... quién sabe, cuatro garabatos en un papel cualquiera que regalaré a algún bueno amigo en su cumpleaños y le robarán un par de lagrimitas.
Creo que simplemente hay gente que no nace para ello. Para ser bonito, digo. Se tiene, o no se tiene. Y en veinte años yo nunca he creído tenerlo. Pero al menos tengo a mi alrededor personas bonitas que me tienen en sus historias a veces.
Oh simple things, where have you gone, I'm getting old and I need something to rely on.
Porque las cosas simples son las mejores, y cada vez están más lejos. Sabemos lo que queremos, pero lo alejamos, queriendo o sin quererlo. Es lo que hay, el mundo es una maraña de personas que cómo carajo van a entender al resto si ni se entienden a ellas mismas.
Personas que odian a otras personas, que se odian a si mismas, que odian odiar tantas cosas. Personas que no van a conseguir llegar jamás a ningún sitio que se propongan, porque no tienen el valor de proponerse nada en serio.
Y es que no hay más pena que el que quiso alguna vez y nunca lo intentó. Dicen Bassmatti y Vidaur.
Esta noche no podía dormir, y he pensado que quizás me ayudaría intentar plasmar algo de lo que me pasa por la cabeza, pero creo que en realidad hay tantas cosas que no sé por cual empezar. O bueno, sí sé, pero no me atrevo. Vaya novedad. Y mejor ¡Oh, calláte! porque sabes que no te vas a atrever en tu vida a nada que requiera un mínimo riesgo, porque sabes que ese mínimo riesgo siempre es máximo, y que no tienes en tu mano esa, no suerte, sino valentía para intentar llegar hasta donde te gustaría estar. Porque sabes que no llegarías a ese sitio, porque si no has llegado en veinte años, ¿qué ha cambiado para hacerte llegar ahora? Nada.
Crece Andrea. Madura de una vez, quizás deberías hacerte ese favor.
Acepta lo que sabes, porque lo sabes y qué narices, si nadie ha logrado cambiar el mundo ¿qué tienes tú de especial para lograrlo? Pues nada. Si te lo dices tu solita.
 Venga, ya has hablado bastante sola contigo misma por hoy.
A dormirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^