domingo, 6 de noviembre de 2011

El mundo seguirá riéndose de mí un tiempo más.

Asco de mundo, de gente, de ''amigos'' y de todo. Harta, harta me hallo.
Digo que aprendo, que a la de uno, dos y tres aprendo. Peeeero no, que no hay manera. Siempre que empiezo el recuento pasa lo mismo: uno,doooooooooooos, dos y medio, treinta y cuatro, quince, veinte... El tres nunca llega.
Y el mejor consejo que me podían haber dado es que tengo que volverme una hdp pero... a mí no me gusta, no, no es mi estilo, ni mi forma de ser. Simplemente no me convence. No sé porqué, pero no me veo haciendo daño a la gente conscientemente. Desde pequeña he sido así, y me iba no muy bien, pero era pasable. Y ahora que va tocando madurar, elegir... crecer. Todo, absolutamente TODO me asusta, y me indica que tal vez debería dejar de mirar por los demás más a menudo. Y mi consejero tiene razón, si sigo así la gente va a seguir riéndose de mí, porque saben que Principita. nunca se enfada, ni pone mala cara, ni es borde. Pero no quiero ser una persona igual a los otros tropecientos miles de millones, porque aunque quiera, no puedo.
A base de golpes se aprende, pues por si llevara pocos a mí me tienen que quedar muchos más hasta que deje de ser tan imbécila, o eso parece. No, no quiero hacer daño a los demás, pero quiero dejar de hacerme sufrir por ellos, tiene que existir un punto intermedio por hache o por be, pero me prometo a mí misma que lo voy a encontrar. A fin de cuentas como guapa no soy por deducción tengo que tener de lo otro, a ver si lo encuentro y lo aprovecho.
Y encima luego están los malentendidos, las bromas que alguien no ve sólo como bromas, las miles de rayadas que no ser mala conlleva. Sí igual es verdad que no siendo buena se vive mejor, porque si no te preocupas por los demás y sólo te importas tú, no te rayas por lo que puedas pasarle por la cabeza a un amigo (porque si no te preocupas por él/ella tampoco será muy amigo), no piensas en las consecuencias de tus actos (total, si sale mal es tan fácil como fingir que no ha pasado), no escuchas música poniendo cara a cada una de las historias...
Pero, no, lo leo y veo que yo no quiero ser así. Igual soy capaz de mostrarme de ese modo durante un corto período de tiempo con alguna persona, pero dudo que sea permanente o que alguien se lo crea, total, no sé mentir. Pero me es inevitable escuchar una canción y no relacionarla con algo que me dé que pensar, no concibo un sólo día sin rayarme y sin preocuparme por alguien que no sea yo. No, no he nacido para ser mala. El mundo seguirá riéndose de mí algún tiempo más, pero acabaré aprendiendo (espero).



Firmado: Una extraña e imbécila adolescente sin ganas de estudiar ni de olvidarse del mundo.



Lo que no sobra nunca siempre es el tiempo...



Cerebros perdidos buscan cabezas vacías letras callejeras buscan canciones normales versos consentidos como se cruzan dos vías frases zalameras que parecen especiales.  Esta frase célebre busca una boca muda ciegos que se ponen buscan casa con ventana muñecos de pesebre borrachos como cubas princesas que siempre se reconvierten en ranas. 



Y si nos quedamos con las ganas  ponme el sello en la mano 
que vuelvo mañana, vuelvo mañana temprano.



Porque este juego dura un segundo 
y gana el que marca primero. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^