La siguiente es una obra de ficción.Cualquier parecido con algún personaje vivo o muerto es mera coincidencia. Especialmente contigo, Jenny Beckman. Perra.
viernes, 27 de diciembre de 2013
Sin noticias de Andrea.
Tengo diecinueve años, nunca he estado enamorada, y no creo que pueda estarlo. No sé si porque para querer a alguien te tienes que querer mucho a ti mismo primero, o porque cada vez confío menos en que la gente fuera de tu familia te quiera desinteresadamente, (well, es tu familia, se supone que tienen que hacerlo) (and well, también hay un par de amigos muy buenos, que en el fondo se acaban considerando casi familia); y luego ves esas parejas, no no, no las de la tele, las que te encuentras por la calle, las que conoces, las de ancianitos que sabes que harían cualquier cosa por la otra persona, y te preguntas por qué el resto del mundo sí. Y claro, te das cuenta de que quizás la rara eres tú, que jamás serás capaz de querer a alguien (excepto quizás a tus futuros gatos). Y bueno, en realidad no es que me preocupe esa posibilidad de no encontrar nunca a nadie que me quiera; lo que me preocupa es no encontrar nunca nadie a quien querer, no saber lo que se siente, y sentir cada vez menos.
Joder, a veces me gustaría tener en mi cabeza a la Andrea que era, tiene que estar en alguna parte. En la Andd de hoy hay demasiados malos rollos que cada vez me gustan menos. Quiero un poco de esa inocencia, de esa confianza en el mundo, de esa timidez, incluso un poco de esa persona a la que no le disgustaba la gente, ni le incomodaba el contacto con otras personas. A veces incluso quiero un abrazo. Pero Andd y Andrea guardamos el secreto.
¿Dónde estás, chica en su primer año de instituto?
Te necesito, te echo de menos, sin ti me va mejor, pero a veces estoy peor.
lunes, 16 de diciembre de 2013
Adiós sonrisas rotas. O no.
Pues yo sí, y cada día más. Como cuando no encajas y ya no sabes cómo girarte para encontrar a qué puto puzzle perteneces. Y es que en realidad nunca lo has hecho. Y ya vamos a cumplir tres años de estar aquí, y ya toca dejar de ser la chica de la sonrisa rota, por lo menos ortodoncísticamente, porque a partir de este sábado todas las sonrisas rotas que me quedan no van a depender de unos hierros más o menos efectivos.
Quizás el problema esté en mi cabeza y tenga que asumir que será así siempre, que el único sentimiento que tengo desde hace mucho tiempo es el de necesitar desaparecer. El de "me quiero ir de aquí, sin que nadie lo note, despacito". Quizás solo necesite empezar de cero. Pero qué narices. El problema está en mí, en mi cerebro y en mis sonrisas rotas. En haber creado una maldita armadura que no me deja sentir, en rechazar todo tipo de cariño y contacto humano, en repeler al resto del mundo. El problema está en no creer que se pueda querer a alguien, pero qué coño, si no te quieres a ti mismo, cómo narices vas a creer que puedes querer a alguien. Pero bueno, al menos conseguimos sacar sonrisas a la gente cuando lo necesita. It's something.
Pero aquí seguimos, contando "sentimientos" a una página que (gracias a dios) poca gente lee, estando rodeada de personas, y sabiendo solo desahogarme en mi rinconcico de internet.
Y aquí seguimos, con más ganas que nunca de decir un par de "cómemela de canto"'s bien dichos. Y con ganas.
A pastar (proyectar).
Nanit.
martes, 26 de noviembre de 2013
Pandas con complejo de minino.
Pero qué esperaba, se me olvida aprender, y no aprendo que me olvido cosas.
Y así vamos. Soportando una tras otra, con sonrisa de gilipollas y paciencia, MUCHA paciencia.
Y mira que me gusta tener confianza en algunas cosas, pero por mucho que me esfuerzo en algunas cosas que creo, siempre tiene que haber alguien que lo destruya. Aunque a veces sea yo misma. Aunque muchas otras veces no lo sea.
Por un lado el cabreo.
Por otro, la curiosidad. La curiosidad dicen que mató al gato. Y yo, aunque más panda que minino, también me estoy cavando un agujero (aunque cerebral). Maldita manía de fijarme en rarezas. Y peor aún, puñetera costumbre de que me tengan que gustar.
Y así sigue este lunes que empezó como domingo y ya se ha convertido hace un largo rato en martes. Con más nudos en la garganta de tragar muchas cosas, y cada vez menos cuerda, qué irónico.
Irónico. La palabra que más me describe.
Todo tan irónico.
Y tan random. Como mi cabeza, mi lista de reproducción y, qué narices, en realidad todo lo que me gusta.
domingo, 3 de noviembre de 2013
Maneras.
Y no sé, quizás algún día me arrepienta de dejar la carpeta de proyectos en aquel rincón bien escondido del desván para lo que queda de curso, pero sé que no va a ser ni hoy, ni mañana. Y quién sabe, quizás nunca.
A veces nos exigimos demasiado, pensamos que si otros pudieron, nosotros también. Pero luego nos damos cuenta de las cosas que nos estamos perdiendo, de las preferencias que nos estamos marcando, de las cosas que se van y no volverán. Y quién sabe, quizás al dejar una asignatura para el año siguiente alargue mi estancia en aquel lugar llamado Valladolor, pero gracias a ello podré concederme ciertas licencias este, y joder, la de experiencias que viviré en ese año de más, y la gente a la que conoceré, Y TODOS LOS CONCIERTOS QUE HABRÉ VIVIDO, Y TODAS LAS PELÍCULAS. Y JODER, TODAS LAS HORAS DE SUEÑO QUE REPARTIRÉ.
Y por muy bonita que sea la asignatura, y lo que disfrute haciéndola, no sé. No creo que merezca la pena automachacarse tanto, ni los malos ratos. Y por mucho que me encante, no puedo permitir que haga que la rutina y el estrés desencanten mi vida. No. Sin duda. Unas veces se pierde, y otras se gana. Pero es que nadie dice que se puede perder y ganar a la vez.
Esa es la parte que se callan.
Y claro. Así va el mundo. Lleno de autoconvencimientos de que ganar es la única opción y de que a los perdedores nadie les quiere. Como si existiesen los perdedores. Ni los vencidos. Las rendiciones no se oponen a las victorias.
Así va el mundo, lleno de gente que no usa el corazón, y en el que cualquier día nos plantarán una fábrica de órganos de hielo, y nadie notará la diferencia. Eh, que yo tengo uno y a veces lo uso, exclusivamente por y para mí, pero bueno, ahí está. Recordándome que vive, y que yo vivo, que vivimos a mí manera.
viernes, 11 de octubre de 2013
Defíne-me
Con música de fondo, o en el más absoluto de los silencios. Con el pelo castaño o color rojo destellante. Con pendientes y sin ellos. Con gafas o cegata (sin ellas algo menos, pero porque no veo un burro a tres pasos).
En Valladolid y en Aranda.
Novata, en el instituto, y seguramente cuando haga el PFC.
jueves, 10 de octubre de 2013
Benditas ligas privilegiadas.
domingo, 22 de septiembre de 2013
Gracias, de corazón.
Supongo que algún año de estos tendré que dar las gracias a mis padres por seguir jodiéndome poco a poco mi libertad. Y mi etapa universitaria enclaustrada en una residencia de monjas (que no es que esté mal, sino que me prometen permisos que me niegan cada año nuevo). Y que cuando se dan cuenta de que yo tenía razón cuando pedía algo que mi serenidad y cordura necesitaban me dijeran "es que como no insististe apenas..."Y la última noche de fiestas... Y supongo que de aquí a ese año en que les de las gracias queda mucho suma y sigue.
sábado, 6 de julio de 2013
Desvar(m)íos de las 2:06
Y bueno, creo que por primera vez y en contra a todos mis principios estoy actualizando desde el móvil. Por si no lo sabéis es la cosa las odiosa del mundo. Bueno, es la segunda. Antes están las veces en las que por mucho que te cueste le dices algo bonito a alguien y la única respuesta que recibes es un sonoro cri muy requete-enmudecedor.
Y luego no me entienden cuando digo que odio los abrazo y las pasteladas.
Tampoco es precisamente bonito el darte cuenta de lo fácilmente olvidable que eres. Pero, qué narices esperabas, siendo la primera persona que odia las dependencias y las imprescindibilidades.
Pero bueno, no sé que será.
Que de hace un año a hoy hay demasiadas cosas que no son como deberían. Y que gran culpa la tengo yo por no saber hablar cuando debía, y en realidad también culpa de las ocasiones por no querer dárseme anunciadas aunque fuese subliminalmente.
Que sé que no lo leerás, pero ojalá supieses lo mucho que te echo de menos, y lo mucho que te necesito. Y lo muchísimo que me duele, ya no digo que me no me necesitas, sino que ya no me tengas en cuenta, así como creer que me sustituiste por alguien mejor, cosa que a mi lado nunca dejaba el listón muy alto. Que quizás yo seguiré durante años persiguiendo y amaestrando monstruos por ti, mientras tú me olvides cada vez a pasos más agigantados.
Ojalá nunca sepais la pupita que hace jugar a las tinieblas con uno de tus mejores amigos, pero sin que sea un juego.
domingo, 26 de mayo de 2013
Ojalá no existiesen ni terceras ni vencidas.
Que ya no sé quién es el bueno y quien el malo en esta absurda y pésima comedia policíaca de producción de barrio.
Que he perdido el norte y ya no encuentro el sur. Y cada día enloquezco más.
Que quizás no te dije lo importante que eras para mí y seguramente debería haberlo hecho. Y ahora temo que sea demasiado tarde y joder, no sabes lo que jode echar de menos a una de las personas en las que más confiabas, alguien que se había ganado un huequecito y que casi era querido como si de familia se tratase.
Y que esto empieza a ir demasiado de animales y de niños, de gilipolleces sin sentido. Y que de sentirse como una zorra y desconocer los motivos todo el mundo se cansa.
Y joder, ojalá consiguieses que dejase de empezar a pensar que tal vez el mundo encasillador y estereotipado tenga razón, y los mejores amigos chicos para chicas no existan y viceversa.
Que no, que siempre lo he negado. Que no me lo quiero creer, y tampoco me lo creo.
Pero a la tercera va la vencida. Y yo esta ni quiero que sea la tercera ni quiero darme por vencida.
Que se me junta todo, que se me cae el mundo encima, y que se nota que no estás. Que se nota desde hace mucho tiempo. Que era tu sitio, y desde que está vacío todo está un poco más frío. Quizás hasta mi pequeño corazón que se empieza a volver un cínico y a pensar que lo suyo es vivir en soledad.
Que los amigos son la familia que nos permitimos elegir, y que si la Esteban decía eso de matar por su familia, y ya que ambas somos algo arandinas algo tendremos en común. Joder, que yo por mis amigos saco las uñas y los rotrings sin pensármelo.
Ay que ver, cuánto abuso de la palabra joder últimamente será porque mi cabeza no cesa de recordarme que yo lo estoy por demasiadas bandas.
Que no leerás esto, eso también lo sé. Tampoco sé si quiero que lo encuentres. Solo sé que ni quiero que se saque de contexto, ni que se malpiense, ni que se juzgue; porque estoy segura de que a ciertas situaciones se llega por ello entre otros diversos motivos.
La primera y la segunda ya no tienen remedio, pero ojalá esta tercera no hubiese comenzado jamás, ojalá no existiese. Y ojalá vencida no vuelva a describirme de nuevo. Ojalá volver a Dada y a las pulseras fosforitas.
Hoy me voy a permitir el lujo de cuestionar hasta mi propia dignidad.
Es imposible mantener la fe después de tanto intentos muertos.
lunes, 13 de mayo de 2013
Marrón.
sábado, 11 de mayo de 2013
unicoRANDOM.
miércoles, 1 de mayo de 2013
Descubrimientos asistidos.
Ya estamos a un mes de terminar las clases, a poco más de treinta días de los finales, a cuestión de semanas de dejar de ser una novata. Y parece que fue ayer cuando segundo de bachillerato iba a acabar con nuestra vida, y la selectividad no llegaría jamás. La angustia por no saber qué hacer con certeza, la inseguridad de las posibles equivocaciones, la falta de nota... Parece que fue ayer cuando todo eso me convencía de que el dos mil doce no terminaría jamás.
Y sin embargo, he sobrevivido (de momento y más o menos) al primer año de universidad. Y a una semana de la fiesta de la residencia pienso, más bien me doy cuenta, (de) que el premio a la más ingenua me lo llevaría yo de calle. Y por ingenua quiero decir gilipollas. REMATADAMENTE. Sigo confiando en la simpatía natural de la gente, sin darme demasiadas veces cuenta de que sea meramente cortesía o quizás una vacilada más de tantas. Ha pasado mucho tiempo, muchas cosas, mucho yo, pero una pequeña parte de mí sigue tan volátil como siempre.
Toda mi vida queriendo ser algo que ahora me voy dando cuenta que no soy, que no he sido, y que quizás nunca llegue a serlo. Queriendo ser buena hija, queriendo (ya no digo sacar buenas notas, pero sí) aprobar, queriendo complacer a todo el mundo para complacerme a mí misma, queriendo estar sana, queriendo ser normal, queriendo querer a alguien, queriendo quererme a mí, queriendo... Queriendo demasiadas cosas, intentando solo algunas, y logrando tan pequeñas metas que si las ponemos al lado de las caídas y los tropiezos, son sumamente despreciables.
No, no tengo pareja para la fiesta, no, no hablo de pareja ("seccccsual") hablo de amigos, por diversos compromisos, viajes... Aunque bueno, eso ni siquiera me preocupa. Estar sola siempre se me ha dado bastante bien, supongo que será porque cuando tanta gente te falla o desaparece con el paso de los años, te acostumbras a tenerte COMO MUCHO y en ocasiones tan solo a ti misma. Es lo que hay. Curiosidades de una universitaria cada vez más convencida por el mundo y por sus observaciones que lo que en realidad la pasa es que esta amargada.
Cuando empezó la universidad pensaba que sería diferente, pensaba que conocería a más gente, que me volvería algo más sociable, que haría las típicas amigas en la residencia forever and always... Pero no sé, en la universidad hice buenos, pero escasos amigos, y en la residencia, bueno, tengo un par de amigas y tal. Pero cuando acaba el día, y cuando realmente acaba como una GRANNNNN caca, no tengo a nadie con quien hablar, tan solo un teclado que recorrería de arriba a abajo con los ojos cerrados sin un solo fallo ni tilde mal colocada, y música, mucha música. Porque supongo que la música y nosotros mismos son las únicas cosas que jamás nos pueden faltar. Eso y los libros. Y muchas veces nos cansamos de escuchar música porque ya no sabemos que poner y necesitamos cosas nuevas, en ocasiones los libros no nos llenan, y en ocasiones, lo que en realidad nos fatiga es nuestra vida, somos nosotros mismos.
Porque somos nuestro mayor juez, nuestro peor enemigo, nuestro más grande rival, nuestro mejor amigo... Nuestro todo. Todo. Absolutamente. Lo que nos crea y nos destruye. Lo que decide que vale y qué no. Lo que controla lo que nos hace daño y lo que ignorar. Competimos contra nosotros mismos, incluso nos ponemos zancadillas. pero cuando al llegar a la meta las cosas no son como queríamos, también somos nosotros los que nos vendamos los esguinces y nos autoconvencemos con una sonrisa torcida y algo rota en cualquier espejo estropeado de que estamos genial, y de que el agua salada cura las cicatrices. Y es que siempre nos tendremos a nosotros mismos, eso es una verdad universal, pero en la mayoría de ocasiones no sabremos vernos tras el espejo porque esté demasiado sucio, o porque esté viejo y desgastado, o quizás por que simplemente no queramos y giremos la vista a otro lado. Lo peor es darte cuenta de que a veces no te encuentras a ti mismo, eso hace pupa. Haber sido largos años tan idiota como fui (si me veis ahora, no os hacéis una idea de lo que era antes) hace que ser "independiente" cueste mucho, las indecisiones del pasado y la necesidad de consejos que queríamos escuchar o que simplemente necesitábamos oír para llevar la contraria y hacer lo que queríamos sin saberlo, hacen que ahora a veces me cueste pensar por mí misma (para CIERTAS cosas solamente) y que necesite el "consentimiento" aunque más bien lo que busque sea APOYO.
Esto empieza a desvariar demasiado. Algún día haré una imitación de [500] days of summer, con el expectaciones frente a la realidad, sobre la universidad, sobre los cambios... sobre el último año en general. Para ayudarme a mí misma sobre todo, y por si alguien me lee y está en esa época de dudas, de "panico" preuniversitario... bueno, para que se haga una idea de lo que ha sido para mí, y que OJALÁ, puedan decirme, pues a mí no me ha pasado, porque realmente me alegraré por vosotros.
Buenas noches pequeñas sonrisitas rotas (:
My life is a musical and I do not care at all that I don't believe in any of the words that I am singing. When I say "Yes, I am well" what I mean is "Hi from Hell"; but I know everything's fine as long as I have lies to tell.
viernes, 19 de abril de 2013
Nadie = imprescindible
No sé ni por qué escribo esto. Tan siquiera si tendrá algo de coherencia, o si mi profesora de 2º lo leería y se arrancaría los pelos por la falta de cohesión y esas otras tantas cosas necesarias.
No sé nada, porque últimamente sé cada vez menos cosas. Pero por mucho que me importen, dejan de afectarme. Porque si dejas a alguien la posibilidad, por mínima que sea, de hundirte, te aseguro que lo intentará. Te ahogará con almohadas, aguadillas, y si hace falta echándote una soga al cuello, mientras no dejan de sonreír y fingen que lo que en realidad intentan es sacarte del pozo.
No señores, cada vez me alegro más de aquella lección... Esa pequeña igualdad que te ayuda a comprender un poco más los pasos vitales para ser un poquito más feliz. Porque la fórmula de la felicidad seguro que tiene en alguno de sus paréntesis un grande NADIE ES IMPRESCINDIBLE.
Gracias. A los que me formularon esta simple igualdad, y a los que me la demostraron. Algunos son ligeramente imprescindibles en mi vida, y de los otros, por mucho que les deba, hace tiempo que no sé nada de sus vidas, ni me interesa.
Deja que se rían, déjales pavonear. El arroz se les pasó hace tanto tiempo, qué más da. Que te juzguen sin parar, que critiquen como fieras; déjales que se entretengan pues no tienen nada más. Ni te molestes en hacerles de rabiar. Ellos no podrán jamás probar la pócima esencial, vivir la fiesta universal.
Hoy no pasarán. Hoy no pienso claudicar. Me cansé de tanto imbécil y he pensado que mejor era empezar a respirar y volver a lo normal, retornar a la belleza de las cosas inconexas.
sábado, 6 de abril de 2013
Demasiado no saber.
No sé por donde empezar... siempre acabo haciendo referencia a lo mucho que he cambiado, a lo diferente que soy respecto a numerosos tiempos pasados, pero, la verdad, ya no sé qué creerme. No sé muy bien quién es Andd. No sé si es borde y asocial, o simplemente es tímida y un poco tonta. Ya no sé si es tan mala como dicen, o si es aún peor.
Pero sí que sé que cada vez pierde más amigos, cada vez causa más decepciones y que el número de ocasiones en las que este pequeño espacio es el único sitio donde puede aflojarse un poquitín el moño (y las lágrimas), va en aumento.
No sé qué me pasa, no sé si estoy bien o si estoy mal. No sé si me gusta dónde estoy...
No sé nada.
No sé por qué me pasan tantas cosas últimamente, hace mucho que no hablo con alguien a quien consideraba mi mejor amigo y ni siquiera sé por qué. La verdad es que he perdido a demasiada gente, demasiados amigos, demasiados personas a las qué consideraba buenos amigos. ¿Quién narices soy?
Todo el mundo va diciendo eso de que no pretende hacer mal a nadie, así que no es algo que vaya a decir de mí... Pero si me pongo a hacer memoria de mis dieciocho años de vida, decir algo con mala intención o pretender hacer daño a alguien se aleja demasiado de mi estilo. Aunque ya ni siquiera sé si eso es verdad, me han pasado demasiadas cosas últimamente, tantas que ya he perdido la cuenta. Y ya no sé soy lo que he sido siempre, si soy lo que me dicen que soy, o si tengo un puto trastorno bipolar que me hace ser a ojos de los demás todo lo que odio mientras pienso que actúo bien.
Nadie es perfecto, cuando un puzzle es fácil y todas sus piezas coinciden sin pensar mucho se convierte en un auténtico coñazo, pero sinceramente no creo que sea capaz de entenderme nunca jamás de los jamases... Pero a veces me gustaría mucho saber un poquito quién soy, saber lo que pasa en realidad y pff demasiadas cosas.
Supongo que por eso y muchas cosas más no creo que encuentre jamás eso que llaman "alma gemela" ni el amor ni esas cosas de las que tanto se hablan que seguro son maravillosas. Pero no, no están hechas para mí, cada vez lo tengo más claro. Todo hace daño, todo duele. Y cuantas menos heridas ajenas tenga que echarme a mí misma en cara cada noche, mejor. Estaría genial encontrar a alguien que pudiera presumir de conocerme y bla bla bla. Pero no creo que ese alguien se merezca alguien como yo, para qué. Dieciocho años son muy pocos para pensamientos tan "negativos"; pero esto es solo una mera opinión. Espero que con treinta pueda contradecirme y rebatir todas estas teorías, pero lo veo muy, muy difícil. Como diría Castle "es una teoría tan dura como el cemento". Mi teoría es esa, sola se está, ni bien ni mal, pero no se hace daño a nadie, nadie más sufre ni padece, solo estás tú. Puede parecer egoísta pensar solo en ti, pero es el único modo para que la conciencia esté algo más tranquila. Egoísta pensar solo en ti, para no tener que sentirte culpable por hacer daño a alguien. O cobarde y a la vez orgulloso por pensar que jamás alguien será capaz de "romper mis diques de seguridad". No lo sé. Empiezo a desvariar, releer, añadir cosas, y hacer una mezcla incongruente en exceso.
No sé ni como seguir esta entrada, ni siquiera sé si le daré a publicar. Esto se ha convertido más bien en un diario que solo entiendo yo que en un blog.
No sé quién soy.
Demasiadas buenas noches demasiado pésimas.
viernes, 29 de marzo de 2013
La belleza de las cosas inconexas
Deja que se rían, déjales pavonear. El arroz se les pasó hace tanto tiempo, qué más da .Que te juzgen sin parar, que critiquen como fieras, déjales que se entretengan porque no tienen nada más.Ni te molestes en hacerles de rabiar. Ellos no podrán jamás probar la pócima esencial, VIVIR LA FIESTA UNIVERSAL.
Deja que me crezca, me apasiona exagerar. Hoy preciso recrearme en mi pueril vulgaridad. Y desatar la ingenuidad, redimir la complacencia; sortear la decadencia, el despotismo intelectual. Y retornar a la anarquía popular. Que viva el arte menor y el vodevil profesional.
lunes, 11 de marzo de 2013
Todos envejecemos, dejamos de molar y morimos.
- No. Sí. Ya se arreglará.
- ¿De veras? Fíjate en ti.
- Gracias. Cuánto más sabes quien eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas.
- Ya. Es que aún no sé lo que quiero ser… ¿Sabes? Quise ser escritora pero odio lo que escribo y… intenté hacer fotos pero eran muy mediocres. Todas las chicas pasan por una fase de fotógrafas… y por querer un poni, ¿sabes? Y haces fotos tontas de tus pies…
- Ya lo averiguarás. No te preocupes por eso, sigue escribiendo.
- Pero es que soy mala.
- Eso es lo bueno.
jueves, 17 de enero de 2013
Un ibuprofeno, por favor.
Lo peor es darte cuenta de que estás sola. De que tienes familia, a la que adoras. Tienes amigos, pero sabes que algo falla. Lo único en lo que mínimamente eres capaz de desahogarte son unas míseras lineas que rezas por que nadie encuentre. No quieres patetismos, ni nadie que se preocupe cada dos por tres de que no se te hayan cruzado los cables y hayas hecho una locura. Simplemente necesitas que la soledad desaparezca. Pero has dejado de entender tu vida, has dejado de entenderte.
Estudias una carrera que poco a poco va creando una pasión en tu interior, te sientes realizada cuando algo te sale bien ¿ pero de qué narices te sirve eso si cuando en los momentos en que el mundo se te viene encima no tienes un hombro en el que llorar?
La soledad, amigos, es lo peor que existe en el mundo.
Y dicho esto, me voy al maravilloso mundo del ibuprofeno, y de seguir con otra entrega.
domingo, 13 de enero de 2013
Menos petardos y menos petardadas.
No sé, la verdad es que me ha gustado mucho tanto el blog como la entrada, desde aquí proclamo ser muy fan suya, (y de unbre también, cuyo blog es indudablemente muy genial.)
martes, 8 de enero de 2013
Uñas negras, bigotes rosas.
Pero es momento de reencuentros, de abrazos, de cotilleos, de charletas destrangis en las horas de historia. Toca eso de keep histérica y estudiar arquitectura.
Se presenta un mes que promete ser... interesante (asqueroso totalmente, vamos). Pero bueno, no queda otra que seguir adelante, y ponerse unas buenas coderas para no hacerse mucho daño.
Son las tres de la mañana, yo sin sueño, con mil entregas acumuladas... pero con la ropa de mañana ya preparada, eso que no falle.
Y bueno, ¿qué decir si los pocos que leeréis esto sabéis quién y más o menos cómo soy? Sabéis que estudio arquitortura, que dormir no entra en mi lenguaje. Creo que por hoy ya no puedo más, me escuecen los ojitos del sueño (oh, cruel debilidad...) pero toca aguantar un poquito más porque tengo las uñas recién pintadas, fondo negro, bigote rosa. Para empezar con optimismo el lumartes. Ni siquiera sé cómo he conseguido tener la suficiente paciencia para repetirle mil veces hasta que ha quedado medio decente... Años y años de práctica, demasiados ejercicios de calma y respirar pausadamente contando hasta diez como para que mi paciencia me abandone ahora. Tendría mil motivos para quedarme mañana en la camita, arropada hasta la barbilla... pero ¿sabéis qué? aún me queda mucha paciencia y muchas ganas de seguir adelante.
Buenas y desvariadas noches.
Andd-
Tres entradas seguidas en pocos días, poco usual, la verdad. Espero mantenerlo. Dentro de poco esto empezará a parecer el diario online de Jenna Jameson en Awkward.
Estuve en Londres, Buenos Aires, México, me bañé en el Sena, y sí, vuelvo con la conclusión: en todos esos cielos brilla igual nuestra luna llena, y tú sigues siendo la mejor.
domingo, 6 de enero de 2013
Adorables gatos negros.
No confiaba en los cuentos de hadas, ni en las historias de princesas, pero ella se empeñaba en escribirlos. Le tenía miedo a sufrir, pero no temía a disfrutar la vida, lo que le asustaba eran las personas. Había de muchos tipos, pero todas, absolutamente todas, le terminaban por hacer daño. Le gustaba vivir, pero le daban pánico las personas. Al fin y al cabo todas mentían tarde o temprano, y lo más increíble es que nadie lo llamaba mentir, todos lo camuflaban con mil y un nombres diferentes y alejados del a realidad. Nunca decía te quiero, ni se lo creía cuando se lo susurraban. Le gustaba asumir riesgos, siempre y cuando solamente le implicasen a ella. Nunca, jamás, se dejaba caer esperando a que nadie la recogiese, sino que llevaba un paquete de tiritas en el bolso y se levantaba solita.
Creí conocerla... Pero un día empezó a soñar con príncipes azules, verdes, naranjas... Comenzó a dibujar hadas, mariposas y corazones en las esquinas de sus apuntes. Inició un camino hacia la confianza ciega en el mundo... Se olvidó las tiritas en el otro bolso.
Y dejé de conocerla. Pero empecé a conocerme.
A escuchar los cuentos de hadas y reírme. A sufrir y reírme más. A no decir te quiero nunca más. A no besar sapos. A ser yo. O ser la ella de siempre. O... ¿quién sabe?
Porque me di cuenta que nunca llegué a conocerla antes de que se marchase, y estoy ciegamente segura de que ni siquiera ella alcanzó a comprenderse a sí misma.
Y se fue. Regresó con la maleta cambiada. Y siguió viviendo su vida siendo una completa desconocida para el mundo y para si misma, cuyo número favorito era el 13 y los gatos negros, adorables.
En las últimas noticias que recibí suyas, me contaba que se había enfrascado en el interminable e infinito mundo de la arquitectura, que la música seguía siendo su droga, y que era feliz.
Por cierto, si queréis saber como continúa la historia... Sigo sin entenderla.
Feliz noche de reyes.
jueves, 3 de enero de 2013
13
El tiempo no corre, vuela. Han pasado dos años desde que mi desvariadora cabecita me plantease el reto de desahogarme en un blog, siempre he sido muy fan del papel y boli de toda la vida, pero esto empezó a ser muy divertido y personalizable.
Al principio clandestino, oculto, INVISIBLE. Pequeños conocidos fueron volviéndose amigos y aparcando sus miradas en este sitio, luego fue llegando otra gente, desconocidos, a los que sigo sin entender por qué les gustaba leerme (o algo del sitio, porque sino no me explico tantas visitas), tal vez lo suyo también fuese curiosidad. Después empezó a llegar otra gente, que en tiempos pasados fue parte de la inspiración, y en la actualidad se reducen a nada, a buenos recuerdos más bien.
Dos años de evolución, de avanzar, de reinventarse o morir. Dos años de demasiados momentos, unos buenos, que no cambiaría por nada del mundo, y luego los malos, que seguramente tampoco les cambiaría porque me han llevado a ser quien soy y me encuentro bastante orgullosa de donde he llegado.
Hace dos años y un día, exactamente. Dos años y un día que todo en mi vida cambió, y no hablo del blog, aunque "fechísticamente" hablando sí, sino fuera mirándolo aquí probablemente ni me recordaría. Alguien dejó de creer en los cuentos de hadas y se pasó a otros géneros. Dos años... Se me han pasado demasiado rápido la verdad... Quién volviese a estar de nuevo empezando bachillerato, sin cambiar lo vivido, pero alejando todo lo posible la tortura universitaria. Han sido tantos momentos. CAMBIOS, CAMBIOS, CAMBIOS. Más o menos eso lo resume todo. Londres, nuevos amigos, verano, fiestas, fallos, alegrías, torturas pre y selectivitanas, Italia, verano, acampadas, sueños, risas, canciones, fiestas, sorpresas, Valladolid, LOS GRANDES CAMBIOS, nueva gente, maravillosos descubrimientos. . . DEMASIADOS MOMENTOS, la verdad, y pensando en cualquiera de ellos se me escapa una sonrisa.
He cambiado mucho en dos años, ahora huyo de abrazos y no se me ha vuelto a escapar ningún te quiero, estudio arquitectura ¿dónde quedaron esas ideas de Periodismo? A saber. Sigo pintándome las uñas de mil colores, siendo indecisa, comprando compulsivamente... La misma, pero distinta. Hasta estoy aprendiendo a ser un poquitín borde (eso igual sea por el aire de Pucela, está por analizar).
Y bueno, ¿año nuevo vida nueva? I don't think so. Año nuevo, calendario nuevo, aventuras nuevas, gente nueva... Pero no vida, porque todo lo pasado es parte de ella, y nos hace quien somos... Y personalmente, en dos años he aprendido que se cambia un montón, pero no de un día para otro. Los hechos de un día en concreto desencadenan un montón de piezas de domino cayendo y dibujando nuevas formas, pero nada se crea de un 31 a un 32 de diciembre, ni de un 12 a un 13 (Que por cierto, es un número que me encanta)
Y bueno, aún no sé si publicaré en twitter, dado que mi padre también ha descubierto mi perfil ahí, y se empieza a convertir en mi stalker. Bueno, si llegas aquí también... hola, por decir algo -.-
En fin, si has llegado hasta aquí (y no eres mi padre, el cual no debería estar leyendo esto) FELIZ AÑO :)