domingo, 22 de septiembre de 2013

Gracias, de corazón.

Supongo que algún año de estos tendré que dar las gracias a mis padres por seguir jodiéndome poco a poco mi libertad. Y mi etapa universitaria enclaustrada en una residencia de monjas (que no es que esté mal, sino que me prometen permisos que me niegan cada año nuevo). Y que cuando se dan cuenta de que yo tenía razón cuando pedía algo que mi serenidad y cordura necesitaban me dijeran "es que como no insististe apenas..."Y la última noche de fiestas... Y supongo que de aquí a ese año en que les de las gracias queda mucho suma y sigue.

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^