sábado, 12 de noviembre de 2011

Paparruchas, pantomimas y demás familia. No dejéis que os engañen.


Once del once del once... Será un día maravilloso, oh que emoción, habrá que pedir un deseo a las 11:11:11 
PSTÉ... ILUUUUUSOS!! Que no... que esto no funciona así, por mucho que os hayáis empeñado este viernes ya concluido no ha sido diferente a cualquier otro día. Porque las cosas sorprendentes y especiales suceden cuando menos te lo esperas no un día de número curioso a una hora determinada y en los minutos y segundos exactos. ¿Sabes? Los deseos no se cumplen si son tan solo ilusiones, porque los deseos no existen. O son intenciones que te propones y tratas de conseguir o son pérdidas de tiempo. Que siiiiií, que soñar es muy bonito y a todos nos gusta. Pero cuando te quieres dar cuenta el sueño o se a acabado demasiado rápido o se ha convertido en una pesadilla insufrible.
Hace un año... día arriba día abajo, no lo sé con exactitud, recuerdo que me había encaprichado con un chico tras pasar una mala racha gracias a otro del que prefiero no hablar (vamos, el típico tío que a todas nos vuelve locas y que te da por saco lo que puede y más) , me gustaba soñar y creer que es posible encontrar a alguien que te quiera, peeeeero inseperadamente en la semana siguiente las cosas cambiaron radicalmente. Momentos espontáneos, ausencia de cálculos y alguna que otra sorpresa, desencadenaron lo que fue mi mejor noviembre con diferencia. Momentos no calculados, o tal vez esos sí y por eso salieron mal, llevaron a otras consecuencias. Y mi vida a seguido avanzando durante un año con sueños y sorpresas. He sido capaz de todo lo que creía imposible y me he demostrado a mí misma que mi felicidad no depende de nadie, que por mucho que lo desee buscando estrellas fugaces en el cielo, o soplando con fuerza las diecisiete velas de la  tarta de cumpleaños o incluso arrojando monedas a las fuentes, nuestros anhelos sólo se cumplen cuando nos damos cuenta de que nadie los realizará por nosotros, porque en esta vida quien quiere peces recibe golpes de remo, pero quien se moja el culo acaba consiguiendo algo más que cien pájaros en mano. Que sí, tal vez muchas veces te puedes ahogar en el río, porque haya un pozo o porque misteriosamente haya un cocodrilo acechando en el río, pero siempre habrá alguien que se lance a por ti y te saque del abismo, pero lo que nadie hará jamás en tu lugar será meterse al río a sacarte peces y pescarte el futuro.
Así que pequeños, grandes y demases extraños varios. No os dejéis engañar, que no os la metan doblada con paparruchas de no pasar bajo de las escaleras o pedir deseos cruzando los dedos, o incluso con cuentos chinos de arroz mágico o patrañas de no levantarse con el pie izquierdo. Yo todos los días me levanto con ese pie, porque es la única manera fácil y sencilla de bajar de la cama, busco estrellas fugaces sólo para decir oooooooh, y si el camino más corto implica pasar bajo una escalera no pienso dar un rodeo porque alguien diga que saldrá mal. Y si soplo dientes de león es para demostrar que puedo dejarle en pelotas con un simple movimiento, hoy por lo menos, nadie podrá hundirme, porque toqué fondo, la cosa no podía ir a peor. Ha ido remontando y he puesto un suelo firme bajo mis pies, no es un yo antes que los demás, pero sí un no él antes que yo, porque eso, se acabó.
Hoy es doce del once del once, y la pequeña Principita. va aprendiendo día a día cada vez un poco más, se ha encontrado a sí misma donde se dejó hace mucho, per muuuuucho, tiempo y no permite que nadie juegue con ella o con su felicidad.
Mis pequeños saltamontes, muchas gracias por ayudarme a tener este sueño cumplido, por leerme y apoyarme, por no convertir intenciones de extrañas adolescentes con apodos de personajes de cuento en pérdidas de tiempo.

Hoy para variar no pienso en ti, si algo quiero dar empiezo por mí.

 




Miro en el cristal, de mi propia fé.  Hoy para variar, lo hago bien. 
Hora de empezar de una vez, a cuidarme un poco, cambio de estrategia dejo la trinchera, se acabó la guerra.






Hoy para variar no pienso en ti, miro en el cristal del porvenir. No pasa de largo por lo que me queda, dejar la tristeza para quien la quiera.



Y… no juzgarme, por lo que fui y por lo que seré.
 












No olvidarme de lo que soy

y lo que ves.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^