viernes, 3 de octubre de 2014

Tiempo y cordura.


"Sé que es muy tarde, sé que da igual, sé que si te miro me puedes borrar."

Que sí. Que existen personas que pueden borrarte con una mirada. Fulminarte. Dejarte tarumbas, vamos. Que no, no vengo aquí a hablar de amores a primera vista, ni de amores a nada. 
Pero sí a opinar que nos obcecamos en dotar de un exceso de poder a ciertos ojos. Y lo hacemos solitos, con imaginación y tiempo libre vemos señales que no existen y mandamos mensajes muertos a la nada.
A dormir, decía. A intentarlo, porque el teclado me llamaba con más ganas que la almohada.
Y creo que el mundo es demasiado complejo. Hoy creo que he leído algo de Murakami que quería decir más o menos "un límite es donde algo distinto empieza, no donde termina". Y me ha gustado, muchísimo. Porque a fin de cuentas los límites nos los terminamos poniendo solitos, y acabamos por obligarnos a buscar nuevas alternativas.
Y vamos dando saltos por el mundo a ritmo de latidos de corazón.
Y pensamos que hay abrazos que lo curan todo, pero que cuando se dan demasiado, pierden su poder.
Y sin duda nos obcecamos en que no podremos querer a nadie nunca.
Y de lejos sabemos que nadie nos va a querer de verdad en nuestra vida.
Todo va un poco de eso ¿sabéis? De no saber nada, y de tener algo en qué pensar mientras intentas dormir con la mirada clavada en la infinita oscuridad que te envuelve. Y no solo de las literales.
Quizás sin los pequeños detalles en los que terminamos edificando castillos insostenibles la vida sería un tanto aburrida.
Quién sabe.
No consigo encontrar la metáfora que me fui buscando, sabiendo que quizás lo puede leer la persona involucrada y que aparezca una tensión pifostial. (de pifostio, claro)
Un rollo patatero. 


Me pierdes pierdo, y pierdo. 
Tiempo, cordura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^