martes, 14 de octubre de 2014

Haters gonna hate.

Se pueden odiar muchas cosas.
Como por ejemplo que tu felicidad dependa de una persona. Es patético, pero aquí estoy yo, haciendo algo que realmente me gusta pero que puede ser no válido para quien corrige. Y eso es triste. Lo de haber pasando años y años sin que te importe lo que piensen de ti y tener que estar sufriendo por un profesor. No, no me estoy quejando de profesor, de hecho en lo que va de curso me ha resultado muy agradable y, todo hay que decirlo, alguien que sabe enseñar, y no es algo que se pueda decir de todos los docentes del mundo (o al menos de todos por los que he pasado). Y sé que cualquier crítica será constructiva, y esas son las buenas, pero mi coraçao se romperá un poquito.
También se puede odiar una canción.
Y un libro.
O también puedes odiarte a ti mismo. Y en eso sí que saco matrícula. Pero claro, tú cuéntale esto a alguien, aunque sea un amigo, e intenta que no piense que estás loco. Porque a ver, lo que piensen de ti siempre te ha dado igual, pero un atisbo de "a esta se le va la pinza" pues te hace plantearte que tengan razón, y eso solo sirve para acumularse a tus motivos.
Razones, que muchos opinan sin razón. Cosas de la vida. Pero oye, tengo la suerte de contar con amigos capaces de intentar comprenderte y no juzgarte, supongo que por eso se llaman amigos.
Hoy he leído en twitter esto "Hay dos motivos en la vida para quedarse sólo. Que machaques a los que te quieren. Que los que te quieren se cansen de que te machaques." (https://twitter.com/MisMudras/status/441974925243711488) y es difícil encontrar verdades que te abran tanto los ojos cuando sigues a demasiada gente. Siempre he tenido claro que acabaré por quedarme sola, y me he obligado a que me guste estar en mi compañía, aunque no me soporte. Incoherencias odiosas, eso también lo sé. Pero sé despistarme muy bien de mi propia compañía y por eso siempre tengo unos cascos y/o un libro detrás de otro a mano. Dar un salto de tu vida, y desconectar. Olvidarte de quién eres y de qué odias. Y de lo que quieres y no te ves capaz de conseguir, eso también.
En ocasiones te encuentras personas rodeadas de gente con la que se cubren las espaldas simplemente por el miedo a estar solos, y eso me parece aún mas triste. No sé, cuestión de opiniones. Pero eso acaba haciendo daño a otros individuos que ven en la compañía ajena algo más que una excusa para no ser en singular, por el mero placer de disfrutar con otras personalidades distintas (no creo que haya dos iguales). Y hacer daño a otra persona me parece aún más deplorable que hacérselo a uno mismo.
Controversias y puntos de vista.
A veces me gustaría verme desde fuera, no sé. Conseguir descifrar algo más de la sensación que transmito a quienes intentan conocerme un poquito. Supongo que desde fuera resultará tan patético como desde una misma. Pero son cosas de mi vida.
Te acostumbras, supongo.
Haters gonna hate, y A también.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^