jueves, 6 de enero de 2011

¡Yo creo en las hadas, yo creo, sí creo!

Todas las personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan.)

Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.

Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo.

Únicamente los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran…

Antoine de Saint-Exupéry  -   El Principito


Esta tarde me ha dado por pensar tras la cabalgata de reyes. Y he llegado a la conclusión de que o cada año es más corta, o yo he perdido la ilusión. Y me he dado cuenta de que echo de menos creer en la magia, y pensar que todo es posible, que existe ese lugar en que todos los sueños se hacen realidad, creer que tres ancianos recorren el mundo repartiendo felicidad en una noche nos parece lo más fácil. Y he encontrado mi carta de cuando aún me iba a dormir nerviosa el cinco de enero. No he podido evitar leerla y sonreír. Y me he acordado de esos nervios, ese estrés, ese ¿te has portado bien? que te obligaba a disimular con una sonrisa medio falsa y decir si, bueeeno... Ese despertarte muy pronto e ir corriendo, y casi tropezarte a veces.
Y es que a veces querría regresar a Nunca Jamás, y seguir creyendo en la magia. Y me digo ¿por qué no? ¿Por qué no creer por un momento en el país de los sueños, cerrar los ojos y sentir que puedo volar? Que la magia sólo existe si nosotros creemos en ella, que los sueños están para soñarlos, y para crecer con ellos. Y las sonrisas están para pintarlas, coleccionarlas, guardarlas, enamorarnos, creer en la felicidad... y en la magia. La magia de nuevo. ¡La magia de crear sonrisas! Y eso nos parece poco en ocasiones... Una sonrisa es un mundo, es volver al País de Nunca Jamás con Peter Pan, Campanilla y los niños perdidos y ser uno más de ellos, y burlarte de Garfio, salvar a Tigrilla, y volar, volar a cualquier lugar del país de los sueños, y vivir una y mil aventuras, y creer en las hadas, en los finales felices... 
Y mientras vuelas ver a Bambi jugando con Blancanieves, a la dama y el vagabundo, porque los sueños son sólo nuestros.. Y viajar con el Principito, chocar tus zapatos de tacón rojos y buscar al Mago de Oz, y besar a un sapo y equivocarte, sentirte Cenicienta en un baile mágico, Mowgli perdido por la selva... y olvidarte de tus obligaciones, de los problemas del mundo real, del mundo de los adultos, porque quieres vivir en Nunca Jamás, y no crecer, ser siempre una niña sonriente y feliz. No dejar nunca de soñar. 
Y sí, ¡Yo creo, sí creo, yo creo en las hadas!, en los sueños... y en la magia de las sonrisas. 



¡Yo creo en las hadas!¡Yo creo!¡Sí creo! 
Y en los ''dedales'', los sueños,y en Peter Pan...y en LA MAGIA




Nos impusieron la mediocridad...
haz lo que quieras pero sin destacar.
Yo ya no lo aguanto más.
Piensa que aun hay días que todavía están llegando.
Piensa que hay canciones que jamás has escuchado.
Piensa en lo que te queda por hacer
Piensa que hay historias que nadie te ha contado.
Piensa que hay lugares que nadie te ha enseñado.
Piensa en lo que te queda por hacer...
(:
¡Yo creo en las hadas, yo creo, sí creo!



Sentir que hay algo nuevo es mágico.

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