miércoles, 1 de mayo de 2013

Descubrimientos asistidos.


Ya estamos a un mes de terminar las clases, a poco más de treinta días de los finales, a cuestión de semanas de dejar de ser una novata. Y parece que fue ayer cuando segundo de bachillerato iba a acabar con nuestra vida, y la selectividad no llegaría jamás. La angustia por no saber qué hacer con certeza, la inseguridad de las posibles equivocaciones, la falta de nota... Parece que fue ayer cuando todo eso me convencía de que el dos mil doce no terminaría jamás.
Y sin embargo, he sobrevivido (de momento y más o menos) al primer año de universidad. Y a una semana de la fiesta de la residencia pienso, más bien me doy cuenta, (de) que el premio a la más ingenua me lo llevaría yo de calle. Y por ingenua quiero decir gilipollas. REMATADAMENTE. Sigo confiando en la simpatía natural de la gente, sin darme demasiadas veces cuenta de que sea meramente cortesía o quizás una vacilada más de tantas. Ha pasado mucho tiempo, muchas cosas, mucho yo, pero una pequeña parte de mí sigue tan volátil como siempre.
Toda mi vida queriendo ser algo que ahora me voy dando cuenta que no soy, que no he sido, y que quizás nunca llegue a serlo. Queriendo ser buena hija, queriendo (ya no digo sacar buenas notas, pero sí) aprobar, queriendo complacer a todo el mundo para complacerme a mí misma, queriendo estar sana, queriendo ser normal, queriendo querer a alguien, queriendo quererme a mí, queriendo... Queriendo demasiadas cosas, intentando solo algunas, y logrando tan pequeñas metas que si las ponemos al lado de las caídas y los tropiezos, son sumamente despreciables.
No, no tengo pareja para la fiesta, no, no hablo de pareja ("seccccsual") hablo de amigos, por diversos compromisos, viajes... Aunque bueno, eso ni siquiera me preocupa. Estar sola siempre se me ha dado bastante bien, supongo que será porque cuando tanta gente te falla o desaparece con el paso de los años, te acostumbras a tenerte COMO MUCHO y en ocasiones tan solo a ti misma. Es lo que hay. Curiosidades de una universitaria cada vez más convencida por el mundo y por sus observaciones que lo que en realidad la pasa es que esta amargada.
Cuando empezó la universidad pensaba que sería diferente, pensaba que conocería a más gente, que me volvería algo más sociable, que haría las típicas amigas en la residencia forever and always... Pero no sé, en la universidad hice buenos, pero escasos amigos, y en la residencia, bueno, tengo un par de amigas y tal. Pero cuando acaba el día, y cuando realmente acaba como una GRANNNNN caca, no tengo a nadie con quien hablar, tan solo un teclado que recorrería de arriba a abajo con los ojos cerrados sin un solo fallo ni tilde mal colocada, y música, mucha música. Porque supongo que la música y nosotros mismos son las únicas cosas que jamás nos pueden faltar. Eso y los libros. Y muchas veces nos cansamos de escuchar música porque ya no sabemos que poner y necesitamos cosas nuevas, en ocasiones los libros no nos llenan, y en ocasiones, lo que en realidad nos fatiga es nuestra vida, somos nosotros mismos.
Porque somos nuestro mayor juez, nuestro peor enemigo, nuestro más grande rival, nuestro mejor amigo... Nuestro todo. Todo. Absolutamente. Lo que nos crea y nos destruye. Lo que decide que vale y qué no. Lo que controla lo que nos hace daño y lo que ignorar. Competimos contra nosotros mismos, incluso nos ponemos zancadillas. pero cuando al llegar a la meta las cosas no son como queríamos, también somos nosotros los que nos vendamos los esguinces y nos autoconvencemos con una sonrisa torcida y algo rota en cualquier espejo estropeado de que estamos genial, y de que el agua salada cura las cicatrices. Y es que siempre nos tendremos a nosotros mismos, eso es una verdad universal, pero en la mayoría de ocasiones no sabremos vernos tras el espejo porque esté demasiado sucio, o porque esté viejo y desgastado, o quizás por que simplemente no queramos y giremos la vista a otro lado. Lo peor es darte cuenta de que a veces no te encuentras a ti mismo, eso hace pupa. Haber sido largos años tan idiota como fui (si me veis ahora, no os hacéis una idea de lo que era antes) hace que ser "independiente" cueste mucho, las indecisiones del pasado y la necesidad de consejos que queríamos escuchar o que simplemente necesitábamos oír para llevar la contraria y hacer lo que queríamos sin saberlo, hacen que ahora a veces me cueste pensar por mí misma (para CIERTAS cosas solamente) y que necesite el "consentimiento" aunque más bien lo que busque sea APOYO.
Esto empieza a desvariar demasiado. Algún día haré una imitación de [500] days of summer, con el expectaciones frente a la realidad, sobre la universidad, sobre los cambios... sobre el último año en general. Para ayudarme a mí misma sobre todo, y por si alguien me lee y está en esa época de dudas, de "panico" preuniversitario... bueno, para que se haga una idea de lo que ha sido para mí, y que OJALÁ, puedan decirme, pues a mí no me ha pasado, porque realmente me alegraré por vosotros.
Buenas noches pequeñas sonrisitas rotas (:



My life is a musical and I do not care at all that I don't believe in any of the words that I am singing. When I say "Yes, I am well" what I mean is "Hi from Hell"; but I know everything's fine as long as I have lies to tell.

P.D.: Espero que os guste este nuevo  "descubrimiento asistido involuntario" de Cosmic Birds gracias a un arquicompañero twittero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^