viernes, 8 de agosto de 2014

Espejos rotos y vasos vacíos.

Siempre he oído eso de que mirarse en un espejo roto da mala suerte ¿y ver tu reflejo en los ojos de una persona que lo está? ¿Acaso es mejor mirar hacia otro lado? Me he parado a pensarlo y creo que la realidad es que todos los espejos son un trozo de otro más grande, todos están rotos. Supongo que como las personas, todas son trozos de otra más grande, y todas están hechas de trocitos de todas las otras con las que se han ido encontrando. Y a veces pasa, que un trozo se mueve y a alguien se le desmoronan el resto de partes. Pero lo llaman mala suerte para sentirse con derecho a girar la cara e ignorar las malas situaciones. Igual que los espejos, si te deja tu pareja DUDO SERIAMENTE que sea por haberte mirado en uno que estaba roto, si te atropella un coche IGUAL ES PORQUE TE HAS PARADO A MIRARTE UN ESPEJO EN VEZ DE MIRAR DONDE DEBERÍAS. Y así con todo.
Igual mañana me cae un tiesto desde un décimo cuando pasee por la calle y podré decir "es que me miré en el espejo del ascensor antes de salir de casa y claro es que estaba roto y por eso me he quedado tonta", no por estar en el momento equivocado durante el peor momento, no, SEGURO QUE ES CULPA DEL ESPEJO.
Pero realmente creo, que lo que tiene que dar una suerte horrible, es verte en los ojos de alguien roto y apartar la mirada. Y lo llamo mala suerte, por no decir ser imbécil. Los imbéciles son los que achacan todo a la mala suerte en vez de a sus propios actos. Los mismos que en vez de terminar de llenar el vaso o bebérselo de un trago, dicen que está medio vacío y a otro tema.



No sé si he perdido práctica o ganado la capacidad de ver que no lo hago tan bien como creía, pero cada vez que la bombillita se me enciende con algo que me parece buena idea, termino con ganas de borrarlo.


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