lunes, 11 de marzo de 2013

Todos envejecemos, dejamos de molar y morimos.

- Estoy perdida. ¿Eso tiene arreglo?
- No. Sí. Ya se arreglará.
- ¿De veras? Fíjate en ti.
- Gracias. Cuánto más sabes quien eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas. 
- Ya. Es que aún no sé lo que quiero ser… ¿Sabes? Quise ser escritora pero odio lo que escribo y… intenté hacer fotos pero eran muy mediocres. Todas las chicas pasan por una fase de fotógrafas… y por querer un poni, ¿sabes? Y haces fotos tontas de tus pies…
- Ya lo averiguarás. No te preocupes por eso, sigue escribiendo.
- Pero es que soy mala.
- Eso es lo bueno.

Alrededor de dos meses sin aparecer por el sitio donde más plenamente soy yo, y lo primero que plasmo es el diálogo robado de una de las últimas películas que he visto. Lost in translation, para quien no le suene. No estoy aquí para hacer una crítica ni valorar sus puntos fuertes, quienes conocéis el sitio sabéis que no suelo hacerlo. Pero no puedo sino halagarla y recomendarla. Últimamente estoy cinéfila ¿sabéis? Algo me dice que veré más películas en este 2013 que en los dieciocho años anteriores. Nunca he sido muy adicta a las pantallas, siempre he preferido el papel, el olor a libros viejos, también a los nuevos, y una buena pluma cargada de tinta. Pero de un tiempo a esta parte me apetece descubrir mi parte fan del cine. No sé, no está nada mal. Nunca he dicho que no me guste, eso que quede claro desde un principio. Pero una historia en dos horas se me hace corta (si una película durase más se me haría larga, lo admito) y por mucho que te pueda hacer pensar y recapacitar, nunca alcanzará la libertad que proporciona un libro (por muchas descripciones que posea) a la hora de dejar volar la imaginación a lo largo de lugares que no existan, personas que jamás conocerás y sentimientos que aún no has vivido. 
Gracias a los libros he sentido lo que se siente cuando te "enamoras" (si eso existe), he experimentado lo que supone vivir en un siglo pasado o futuro, he visitado ciudades a las que solo se llega cerrando los ojos... No creo que un libro alcance a transmitir todo lo que la realidad enmarca, pero he aprendido más con la mayoría de libros que han pasado por mis manos desde hace quince años cuando empecé a descifrarlos, que con gran parte de las personas que he tenido que soportar. 
A lo que iba, que ya sabéis como soy, me dejan plena libertad sobre las letras y no paro, me pierdo y ya se sabe, empiezo hablando de cine y sino abro rápido los ojos, no os dais cuenta y os estoy hablando de mi próximo trabajo de construcción II. 
Así que hoy dejaremos los frikitectismos a un lado y nos centraremos en nada en particular, como siempre.
Trainspotting, El indomable Will Hunting y Lost in translation. Las tres últimas películas que he visto y probablemente de las que más me han dejado pensando después de terminarlas. No sé, tal vez tengáis razón, y el cine no esté nada mal, yo por si acaso voy a empezar a darle más oportunidades, porque sinceramente es una de las tareas que más se compagina con mis tediosas (a veces) entregas. 
Si algo sabéis de mí, (sino, ahora os enteraréis), es que me encanta MUCHO MUCHO, PERO MUCHÍSIMO, coleccionar frases, escenas, diálogos (etcétera) de cualquier cosa que lea, escuche o vea. Es una "manía" que heredé hace muchos años de mi hermana mayor, y la verdad es que se trata de una de mis adicciones preferidas. Adoro estar concentrada en un libro, o película, tal vez una canción, y que de pronto algo se active en mi (pequeño) cerebro, que me diga "eh Andd, eso te gusta particularmente, te identifica con tu pasado o presente, guárdala". Y es que si algo he experimentado al releer libros (algo que suelo hacer con más frecuencia que repetir una película, privilegio reservado a mis preferidas) se trata de que generalmente, no te llaman la atención las mismas (ya no digo escenas) sino frases del libro en particular, está estrechamente ligado al momento en que te encuentras, o a una situación que te haya marcado (sobretodo recientemente). No sé, es algo que me gustaría poder enseñar algún día a alguien y decir, eh, mira, una pequeña parte de mí está encerrada en estas montañas de folios (porque sí, acabo recopilando todo eso a mano). Pienso que si hay manera de comprenderme se esconde entre las canciones que me tienen enganchada en cierto momento, y en las páginas que recopilo. Llamadme rara, pero es mi humilde opinión. 
Así que si os habéis fijado en el diálogo inicial, quizás eso os permita haceros una ligera, ligerísima idea, de qué me ronda la cabecita por lo menos la noche que vi la película. Cuánto más sabes quien eres y lo que quieres, menos te afectan las cosas.  jjSí petardillos, esa es una lección importante que una servidora ha ido asimilando en su vida, no sé... A medida que vas fijándote objetivos y aclarando tus ideas, más te cuesta dejar que algo vaya mal (en la mayoría de las ocasiones).
Y yo que venía aquí esta noche expresamente para hablar un poquito de cine, mil disculpas, pero una vez escrito queda prohibido borrar nada.




P.D.: El título es de trainspotting ;)

And we were lovers, now we can’t be friends. 
Fascination ends

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