El verano particular de las decisiones

  La segunda evaluación ha terminado, por fin. Sí... la semana que viene hay exámenes de nuevo, eso es inevitable, segundo  de bachillerato es la pesadilla que nunca acaba, la historia  interminable, un no parar vamos. 

Y anoche durante una conversación con un buen amigo me vine arriba y me puse a filosofar y desvariar cual la loca que soy. Y es que no queda tiempo, faltan los días las horas. Porque necesito que alguien desactive el ff en mi vida, que paren un poco la velocidad, que ME MAREO. Dos meses, o poco más... No da tiempo a decidir. Aunque también lo podemos calificar como nuestro pequeño gran verano privado, unos setenta días para decidir (máh o menoh xD) y dejarnos ir de vez en cuando a ese lugar feliz, llámalo Nunca Jamás, Dada, o Hogwarts.

Es momento de ir afianzando pasos y fortalecer la autoconfianza, de estrechar lazos y decidir cuales cortar para soltar lastre y poder alzar el vuelo. Es momento de descubrirnos a nosotros mismos para conocer así que pasos queremos trazar y cuales jamás querremos seguir (y ya ni hablamos de deshacer, porque el pasado es eso, pretérito imperfecto, y nunca mejor dicho, porque de lo perfecto no está mal acordarse de cuando en cuando, pero amigos... de lo imperfecto... Dado que está ahí, pues mejor evitarlo no sea que caiga una bomba nuclear y nos alcance la onda expansiva).
Es el momento de pensar en el futuro, incierto, tan próximo como lejano, y que al que más como al que menos nos tiene acongojados (JAJAJA MAS, LO PILLÁIS? Lo siento, tuve exámen de física hace un par de días... Y me estresé Kantidad (Sí... tengo otro de filosofía en breves) no os lo Toméis a mal VALE YA PARO)
Como iba diciendo, es momento de saber quien somos, de mirar recuerdos y no reconocernos, y en lugar de avergonzarnos de aquello ya sucedió, alegrarnos de haber quemado aquel yo inútil, austadizo, manipulable, atolondrado... (etcétera, etcétera, etcetera) Porque puede que siga siendo cortita y perezosa, pero como me traigas la correa para dirigirme te muerdo sin dudarlo, y ya verás luego tú que risa.
Y sí, el miedo sigue aquí. Me visita cada noche y cada madrugada. Cada día a las tres de la mañana llega y me sorprende intentado estudiar. Y el muy asqueroso coge, y se sienta a mi lado. Me intenta achantar, me dice que no voy a ser capaz de nada, que no tengo futuro porque he pasado mucho tiempo estancada en un pasado pésimo, me dice que no valgo para nada, y que elija lo que elija en ese par de meses, me equivocaré.
Y me tiemblan las piernas, porque considero que soy demasiado joven para tantas decisiones de tan enormes dimensiones. Opino que es demasiado pronto para decir quiero esto, esto y aquello.
Porque supongo que elijamos lo que elijamos siempre estará ahí ese maldito ''y si hubiera'' que tanto toca la moral por no decir otra cosa que rima con el grupo de la Claraboya que debemos recordar en literatura. Y yo no quiero eso, porque solo sirve para darnos un mal rato.
Pero acojona pensar que decidir una carrera o una ciudad vaya a condicionar todo lo que seremos, las personas que conoceremos y las que nunca aparecerán en nuestra vida. Que sí, que es odel destino suena de maravilla, pero venga hombre... Cuesta creer que vas a encontrar la persona ideal vayas donde vayas. Porque no, porque puede que creamos que lo hemos logrado, haber cumplido ese sueño que todos llaman ser feliz. Pero un día algo se torcerá y nuestro coco dirá, te imaginas que...
Y me consuela saber que aquellos que por suerte he encontrado van a estar ahí como desde que me encontraron o les encontré. Me consuela saber que por una vez en mi vida elegí solita y bien. Pero considerando la escasa suerte que yo suelo tener, me da a mí que no volveré a ser tan afortunada tan pronto, porque cuando te toca la lotería una vez es injusto que el siguiente premio sea para ti. Y yo tengo uno de los mejores tesoros del mundo, con mis problemas y rayadas, mis escenas de culebrón y mis tonterías que causan catástrofes considerables.
Y ya no sé qué quiero ser, si ingeniera, periodista o amaestradora de piedras. Solo sé que quiero ser feliz, y tengo mucho, muchísimo miedo de equivocarme.
Pero bueno, habrá que seguir adelante, como siempre. Luchar por la nota que no sé si necesitaré, pero que tengo muy claro que quiero alcanzar por orgullo propio y por tapar un par de boquitas impertinentes y flasas cual monedas con la cara de la Esteban.
Y voy finalizando esto porque el portatil hoy está vacilón y no me apetece aguantarle. En un par de días me dan las notas... espero haber sobrevivido, porque no me apetece que el esfuerzo y las noches en vela hayan sido en balde.
Ahhhh por cierto, hace un par de semanitas fue el concierto de mis queridos, QUERIDÍSIMOS NI VOZ NI BÓTOX. Y ¿qué decir? Que me lo pasé como una enana gritando todas y cada una (meeenos una o dos) de sus canciones, que por supuesto ya me he aprendido de mi  cd autografiado por mis siete fantásticos :) Ya me centraré en ellos otro día que hoy me caigo...

Os dejo esta canción que me encanta desde hace un par de añitos y es sencillamente genial, a ver si captamos el mensaje ;)


la lalalalalalalalalalala

At first when I see you cry I felt bad for a while.But then...

I go ahead and SMILE