jueves, 21 de julio de 2011

Grita al mundo que estás aquí para vivir y ser tú.

Piensa en... lo que te queda por vivir, los sueños que vendrán, las canciones que escucharás, libros por leer, piensa en los besos que te robarán y que regalarás, en los abrazos que te marcarán y en las personas que jamás olvidarás. Piensa en lo que eres, y en lo que te ha llevado a ser tú, no pienses en lo que serías, porque ese abanico es demasiado grande y te perderás. Piensa en los momentos felices que has vivido, muchos mejores vendrán, les ha habido malos sí, no te lo niego, ni tampoco que lo pasarás mal en el futuro, que esta vida es muy perra y si no andas con cuidado te va a poner mil y una zancadillas y baches.
Piensa, piensa, piensa... O, NO PIENSES, vive, vive tu vida, y cuando no sepas que hacer... improvisa, corre, salta, vuela, canta, lee, ríe, llora, baila, besa, ama... haz lo que sea, pero no dejes de vivir, no dejes nunca que pensar en cómo vivir te lleve a no arriesgarte. Que la felicidad se esconde donde menos te lo esperas con una cajita llena de sorpresas y un lazo enorme de tu color favorito para ti.  Y cuando te cueste seguir adelante, puedes permitirte pensar, que tampoco es que sea malo eh, puedes recordar aunque duela, puedes pensar en que si fuiste feliz una vez lograrás vencer los obstáculos que te impidan volver a serlo de nuevo.
 Piensa... y vive. No olvides a quién te tendió la mano, a quién te arrancó una sonrisa y te secó las lágrimas, a quién te besó furtivamente en tu portal, jamás dejes que el olvido se lleve los recuerdos, pero nunca nunca nunca dejes que ellos te inunden. La felicidad y la melancolía no son buenas amigas, cuando la primera se va siempre llegará la segunda a tocar la moral. La felicidad es como... como el licor de piruleta, dulce y que poco a poco te va emborrachando sin que te des cuenta. En cambio la melancolía pega fuerte, nunca he probado la absenta, será algo parecido a una bomba de alcohol en el estómago, te la pintan como algo genial pero no bromea, va a emborracharte a saco. Se camufla tras el licor de piruleta, pues tras varios chupitos flojos te animas a uno fuerte, y pasas de un estado de evasión a estar como una (perdonad la expresión) como una verdadera mierda. Metafóricamente hablando yo me he emborrachado muchas veces a base de melancolía tras muchos chupitos de felicidad (y he visto gente hacerlo sólo que cambiando melancolía por absenta y felicidad por cualquier otra cosa). Ambas situaciones hacen actuar a la gente de maneras que ellos considerarían impensables. Juega con la melancolía como ella pretende jugar contigo, pero no la dejes vencer, anticípate a sus movimientos. Si te sirven un chupito de melancolía engaña al barman y tíralo en cuanto se de la vuelta, o como mucho moja los labios sólo por probarlo, parecerá un desperdicio no haberse atrevido a beberlo o haberlo dejado a medias, pero tras varias borracheras llenas de sufrimiento con su consiguiente resaca/sentirte aún peor, agradecerás haber sido prudente, agradecerás haber aprendido a base de golpes.
  ARRIESGÁTE A VIVIR vaciando antes los garrafones de melancolía :) Porque encima, es eso, que la melancolía es garrafón puro... Ya no puedes ni fiarte de tus propios sentimientos, ¡qué vida esta! 



Supongo que la felicidad se basa en todas esas pequeñas dosis diarias de sonrisas que nos hacen seguir adelante. La felicidad es pensar y también vivir. No pensar en cómo vivir, de eso te acabas cansando.



Piensa  que algo nuevo te espera cada día.




Dare to be yourself :)












La pena, más que cordial, es un corrosivo para los males que no tienen cura.


William Shakespeare





No te escondas y grita al mundo que estás aquí para vivir y ser tú. Que todos sepan que vas a ser feliz cueste lo que cueste, y que nadie te borrará la sonrisa. Deja la tristeza para quién la quiera. 

2 comentarios:

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^