lunes, 16 de diciembre de 2013

Adiós sonrisas rotas. O no.

Do you ever feel like a plastic bag?
Pues yo sí, y cada día más. Como cuando no encajas y ya no sabes cómo girarte para encontrar a qué puto puzzle perteneces. Y es que en realidad nunca lo has hecho. Y ya vamos a cumplir tres años de estar aquí, y ya toca dejar de ser la chica de la sonrisa rota, por lo menos ortodoncísticamente, porque a partir de este sábado todas las sonrisas rotas que me quedan no van a depender de unos hierros más o menos efectivos.
Quizás el problema esté en mi cabeza y tenga que asumir que será así siempre, que el único sentimiento que tengo desde hace mucho tiempo es el de necesitar desaparecer. El de "me quiero ir de aquí, sin que nadie lo note, despacito". Quizás solo necesite empezar de cero. Pero qué narices. El problema está en mí, en mi cerebro y en mis sonrisas rotas. En haber creado una maldita armadura que no me deja sentir, en rechazar todo tipo de cariño y contacto humano, en repeler al resto del mundo. El problema está en no creer que se pueda querer a alguien, pero qué coño, si no te quieres a ti mismo, cómo narices vas a creer que puedes querer a alguien. Pero bueno, al menos conseguimos sacar sonrisas a la gente cuando lo necesita. It's something.
Pero aquí seguimos, contando "sentimientos" a una página que (gracias a dios) poca gente lee, estando rodeada de personas, y sabiendo solo desahogarme en mi rinconcico de internet.
Y aquí seguimos, con más ganas que nunca de decir un par de  "cómemela de canto"'s bien dichos. Y con ganas.
A pastar (proyectar).
Nanit.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te ha gustado?



Compártelo ^^