sábado, 14 de abril de 2012

Y hacer historias interminables.

Porque a veces solo necesitas una mano surgida de la nada que te saque de tu rutinosa pesadilla. Alguien que te diga: "ven conmigo, se acabó estudiar historia, hoy tú y yo vamos a hacerla". Alguien que te demuestre que la vida puede valer la pena y que entre históricas e histéricas horas de biblioteca siempre hay un ratillo para ser feliz... Alguien que te haga sentir que cualquier noche podría ser la última en la Tierra y eso nos debe hacer disfrutar lo que quede y lo que venga como una montaña rusa aprovechando hasta las subidas, y que encuentre mil tonterías tan solo para arrancarte un atisbo de sonrisa. Alguien que siempre te sorprenda sin importar lo mucho que lo conozcas. Alguien que transforme la tarde más aburrida en un instante increíble e imposible de olvidar...
Y sí, tal vez tenga unos amigos increibles que me hagan sentir los pocos ratos libres que encuentro como si estuviera yendo en un barco a Venus y te hagan creer que un horrible corte de pelo no te queda tan mal.
Y tal vez sea por el estrés que me plantean los dos próximos meses... porque ya no queda nada, es momento de estudiar, estudiar, estudiar.... y entre tanto tomar las decisiones que probablemente sean las más importantes de toda tu vida. Y la ventana cada vez parece un mejor lugar para escapar, porque los días se esfuman tan rápido como la cálida arena que resbalaba entre mis dedos el pasado verano que recuerdo como si fuera ayer. Y ya no sé dónde meterme, donde escaparme. Ya no encuentro la estrella de Nunca Jamás y los memorables sueños se convierten en breves pesadillas nocturnas enmarcadas en un delirio que no acaba.
Y el miedo a perder lo que tienes, de las pocas cosas que creo estar segura, no deja de perseguirme. Porque somos mosquitos con corbata y el mundo es demasiado grande, y cuando menos lo esperas te toparás con gente que no tendrá bastante con sus juguetes y vendrán cual niños de guardería a creer que todos los tuyos les pertenecen. Y una se harta pero se calla y se queda sentadita en su lado del sofá para que no la castiguen, pero pierde lentamente. Y los días pasan y los proyectos no se cumplen, se vuelven inalcanzables y por muy mal que me sienta y mucho que lo intente los imposibles están ahí, y hay cosas que están para ser inalcanzables y hacernos saltar como si fuéramos a ser capaces de tan siquiera llegar a rozarlas con la punta de los dedos. Y así se pasan mis días y más se acerca el final del principio, de la introducción. Porque el nudo se va a aproximar y se enlazará en medio año, y como una gran cadena le seguirán muchos pequeños y grandes engranajes.
Y tengo miedo, mucho miedo, miedo de mostrar miedo, miedo de tener miedo, miedo de saber que el miedo existe, miedo de no encontrar nunca a alguien con quien mi miedo se vaya haciendo más y más pequeño hasta desaparecer.
Y me satura la historia, me satura mi vida, me satura bachillerato, me saturan las matemáticas, me satura el estudiar arquitectura o teleco o ser un "teletabi". Me satura el tener tantas cosas guardadas dentro y no saber cómo soltarlas, el mantener tantos pensamientos que me veo incapaz de plasmar...
Y tal vez solo quiera una pequeña historia (interminable o no) con amuletos y grandes recuerdos, una historia que merezca la pena recordar y estudiarla sea cautivante.
Porque tal vez me pase como a Niki y solo necesite un príncipe azul (o de cualquier color, ya ves lo que importa la sangre real, como si es plasma fosforito) que me secuestre en su moto (o unicornio) hacia tiempos mejores.
 Ya sé, buscaré en los anuncios por palabras, en la sección de sueños que no se cumplirán.Y buscaré sueños en el periódico porque ya no tengo tiempo propio para dormir los míos. Y resulta triste pensar que si esta fuera mi última noche en la tierra la habré pasado estudiando historia y sola. Viva la primavera.




There's no more time to spare 
cause this could be my last night on Earth.

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